[*1*] El mayor problema, es que los nervios están a flor de piel. Miramos a otros países como Corea, pero no nos damos cuenta que somos incapaces (empezando por nuestros gobernantes y siguiendo por nosotros como sociedad) de comportarnos igual. Ya dije el otro día que un familiar tenía una tienda de ultramarinos, y que veía varias veces a lo largo del día a la misma persona comprando chorradas. Puedo poner el ejemplo de unos vecinos que tienen un perro, y en cuatro años sólo he visto al perro al volver del trabajo a las seis de la mañana... Pues últimamente parece que el perro prepara un ironman. Hoy mismo, una señora que hace dos semanas decía en voz alta que a ella nadie le decía cuándo podía salir, la he visto "yendo a por el pan" 4 veces (en un pueblo pequeño en el que solo hay abierta una panadería)... Pues al final, la gente salta, y a veces pagan justos por pecadores.
En cierto modo estamos viviendo una distopía Orwelliana de manipulación y control ciudadana. Entiendo que la cuarentena es necesaria pero a su vez, los discursos del miedo, la separación social, los mensajes patrioteros del presidente...
El chivatismo y la idea de que tu vecino puede ser policía/informador también aparece con los gritos desde los balcones. Ciudadanos anónimos que de repente desarrollan una autoridad amparada en la situación excepcional para recriminar a otros ciudadanos su actitud o comportamiento. Se están multiplicando las historias de enfermeros/médicos/cajeras que son gritados desde los balcones al ir/volver de su trabajo, padres que tienen que salir con sus hijos con TDAH y similares.
La ruina económica y sanitaria va a ser una mierda pero observar este tipo de comportamientos no deja de ser interesante para conocer mejor nuestras sociedades.
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