Un gobierno ultraconservador sustentado por élites capitalistas invade a un país cuyo gobierno (también de corte conservador) era un títere hasta que el primer gobierno se pasó de rosca con los tanques. Mientras en el resto de Europa, la prensa de corte conservador se dedica a convertir a las minorías étnicas en el chivo expiatorio para los problema inherentes al único sistema que los gobiernos conservadores son capaces de ofrecer (y las masas de aceptar voluntariamente), causando revueltas y disturbios que se saldan con heridos, muertos y negocios y casas destrozadas. Pues suena a que la culpa sí es de la ultraderecha.
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