Es como el pecado original, te toca bautizarte para quitarte la roña. El bautizo se asimilaría con lo que ellos llaman el proceso de “deconstrucción” y no paran de repetir que todos, absolutamente todos (es decir, los que hayan nacido con las características fenotípicas mencionadas anteriormente que están cargadas por el demonio), tienen que pasar por ese proceso para alcanzar la sabiduría absoluta y ver el mundo de la manera correcta, porque si no lo haces, que sepas que eres una mala persona.
Obviamente esto se extrapola a ser hombre y machista, aunque también ocurre con las mujeres, sólo que estas tienen una ausencia de culpa ya que pertenecerían al grupo oprimido, por lo que su deconstrucción se enfoca en la liberación y el “empoderamiento” mientras que la del hombre se enfoca en la aceptación de la culpa por el hecho de haber nacido hombre –y no por sus actos- y lo mismo ocurriría con la heterosexualidad y la homofobia/transfobia.