La Reina Letizia, con una elegancia que no cede ante la adversidad, se encuentra sentada en un taburete durante el besamanos debido a una dolencia persistente en sus pies. A pesar de su compromiso y deber, el tiempo prolongado de saludos se vuelve desafiante para ella, diagnosticada con un neuroma de Morton en su pie izquierdo y una metatarsalgia crónica en ambos. Estas condiciones, resultado del uso constante de zapatos ajustados, le causan un dolor agudo, especialmente en periodos de inactividad.

Desde hace dos años, la Reina ha estado en busca de soluciones para conciliar el uso de tacones con sus dolencias, pero las horas en estos zapatos provocan brotes casi incapacitantes. En un gesto de comprensión y adaptabilidad, durante el besamanos posterior a la Fiesta Nacional en España, se han organizado paradas intermitentes para permitir que Doña Letizia descanse su pie, dividendo la recepción en cuatro segmentos. Sin embargo, fuera de este contexto, la situación se torna más desafiante.

A pesar de las limitaciones físicas, la Reina Letizia demuestra su firmeza y dedicación, llevando a cabo sus deberes reales con dignidad y resiliencia, inspirando admiración tanto dentro como fuera de España.

1 Comentario
Leonory_Prime

18 abr 2024, 14:18

que se ponga zuecos

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