Sus votantes salen a defender, en vez de asumir la realidad, alterando la verdad como de costumbre. Ya dicen conocer a un grupo en su totalidad del que no escucharon hablar en su miserable existencia hasta el día de ayer. Las cuentas no están en orden según el TC, pero da igual, ellos pueden hacer de todo y el resto nada. Pese a ello seguirán escupiendo las mismas mentiras que han empleado contra el resto, y mostrándose como los más puros y sanos, coherentes y válidos para España. Patético es decir poco.