En un movimiento político intrigante, Alberto Núñez Feijóo se encamina hacia la investidura respaldado por 172 votos a favor, pero enfrentando una mayoría de 178 votos en contra. Esta situación apunta a una decisión consciente de participar en la investidura con escasas probabilidades de éxito. Parece que Feijóo se presenta con el propósito de perder, lo cual plantea la interrogante sobre su estrategia política subyacente.
Uno de los principales desafíos que afronta Feijóo radica en su percepción del panorama político español. Aparentemente, no ha captado aún el principio fundamental que rige en España: el poder recae en aquel que logra aglutinar mayor apoyo. La insistencia de Feijóo en su candidatura, pese a contar con una desventaja tan marcada en términos de votos, revela una desconexión con esta realidad política.