En un sorprendente giro durante el debate de investidura en su búsqueda por la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo dejó a todos atónitos al reconocer sin querer un hecho que marcó un hito en la narrativa política del momento. En un gesto de transparencia y responsabilidad aunque todo sin darse cuenta, Feijóo admitió públicamente que Isabel Díaz Ayuso, una destacada compañera de su partido, había sido la responsable de la gestión de las residencias de mayores durante el turbulento período del COVID-19, así como el resto de presidentes autonómicos en España.
Este reconocimiento valiente y directo desafiaba las afirmaciones previas del Partido Popular, que habían sostenido firmemente que Pablo Iglesias y Podemos eran los responsables exclusivos de la administración de estas residencias, que lamentablemente habían experimentado una alta cifra de fallecimientos de ancianos, superando las 7000 vidas perdidas.
El gesto involuntario de Feijóo no solo marcó un punto de inflexión en la percepción pública sobre la gestión de la crisis sanitaria en las residencias de mayores, sino que también demostró una postura de liderazgo basada en la verdad y la responsabilidad política. Este acto de honestidad involuntario contribuyó a un debate más esclarecedor y a una discusión más fundamentada sobre la gestión de la pandemia, redefiniendo la narrativa política en un momento crucial de la historia del país.