Que se le diera la patada a este individuo (tan fuerte que ni Sumar o MP se quieren acordar de que militó en sus filas) es un ejercicio de esa autocrítica que tanto pedís de la izquierda (si ha aceptado a salir de la vida pública, es que algo hay. Este huele cárcel fijo). Otra victoria del feminismo desenmascarando a un machista amparado por el poder, aunque queráis tacharlo de falla del movimiento. Si no os gusta, podéis seguir defendiendo a gente que "tuvo un divorcio duro" ya condenada en pro de esa "presunción de inocencia" que sólo se aplica a los de vuestro bando.
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