El debate sobre la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados se ha convertido en un verdadero espectáculo debido a la intervención de los diputados del partido de ultraderecha Vox, quienes han proferido insultos a voces durante el pleno. El PSOE ha acusado a Vox de ser "filofascistas", en medio de una bronca que ha caracterizado la sesión.
Durante la intervención del socialista Artemi Rallo, los diputados de Vox han tratado de boicotear su discurso con más de cinco minutos de gritos, insultos y aspavientos. La presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, ha tenido que llamar al orden en varias ocasiones, advirtiendo: "Intentemos no dar este espectáculo, que la gente no se lo merece".
La tensión ha alcanzado su punto máximo durante el discurso del líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha calificado al diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, como "enemigo de España". Pisarello ha respondido contundentemente, afirmando su orgullo por sus raíces republicanas, catalanas y latinoamericanas, y rechazando las lecciones de aquellos que "siempre han vivido del cuento". Esta declaración ha provocado la queja del grupo de Abascal.
El diputado de Vox José María Figaredo ha solicitado la palabra por alusiones personales, y ante la negativa de la presidenta Armengol, los diputados de Vox han explotado. Armengol ha respondido: "Esta mala educación no lleva a ningún sitio", antes de ceder la palabra al socialista Artemi Rallo Lombarte, quien ha pedido respeto a la Cámara, a la democracia y a la audiencia.
