El 14 de abril de 2012, Juan Carlos I sufrió una fractura de cadera durante una cacería de elefantes a la que había sido invitado en Botsuana.Un viaje de placer que fue objeto de críticas, dada la profunda crisis económica que atravesaba el país y por la que el propio monarca había pedido hacer “sacrificios” a los españoles. Sin embargo, la guinda del pastel se la llevó 2013, años en el que salió a la luz su relación con la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, para la que habría utilizado dos millones de euros procedentes de fondos públicos de Patrimonio Nacional. Un año después, abdicaba en su hijo, Felipe de Borbón. Años después, comenzarían a aparecer informaciones sobre los supuestos fondos acumulados en paraísos fiscales, por lo que en 2020, abandonó España y se estableció en Emiratos Árabes Unidos.